[Reflexión/ Reseña] Oximoron; Utopia: Tomás Moro; Alianzas Sociales en America latina


Artículos interesantes

Ayer salió un comentario genial, genial, genial, en La Jornada: "Carstens, el liviano", de Victor Toledo. Cito un par de cosas:
El mundo se llena cada vez más de paradojas, que por alguna extraña razón se cuelan irremediablemente hasta los sitios más respetables, coherentes y normalizados. Es el mundo “patas arriba” de Eduardo Galeano, donde “los países que más salvaguardan la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los otros países”....
En México, la lastimosa situación del país ha hecho nacer numerosas realidades oxímeras, ante las cuales todo intento de congruencia ha fracasado. Hoy los mexicanos hemos tenido que aceptar una realidad nacional esquizofrénica: “fraudes legales”, “magistrados corruptos”, “revolucionarios conservadores”, “narcos religiosos”, “magnates dadivosos” y, qué penoso decirlo, “presidentes espurios”. El hombre más rico de México es el que más habla de los pobres, un español ha dado este año el grito de Independencia, y a Fox, acusado de corrupción, le han levantado una estatua. Hace unos meses el gobierno lanzó en Chiapas su innovador programa de “ciudades rurales”. Si hay “ciudades rurales”, hay “campiñas industriales”, “mares terrestres”, “tierras acuáticas”, “lunas solares”, “días nocturnos”, “dictaduras democráticas”, “ladrones honestos”; y ya subidos en el tren: “republicanos monárquicos”, “alturas bajas”, “desnudos vestidos”, “luminarias oscuras” e “instantes eternos”.

El artículo completo aparece en el título del post. No dejen de leerlo: me parece un análisis bien atinado de nuestra actualidad.


Segundo: otro comentario de Naomi Klein, una de las antisistémicas más famosas que analiza lo que sucede con la crisis financiera y que con un escepticismo bastante controlado concluye que el fin del imperio aún no llega. Y es cosa con la que coincido: la aspiradora mundial del mundo financiero busca a toda costa encontrar un nuevo hueco del que pueda sorber su alimento, y si seguimos en el mismo camino, no hará otra cosa que continuar creciendo. No sabemos por cuánto tiempo, pero si algo es seguro es que es autodestructiva, justo como el glotón que come y come hasta que muere de un paro cardiaco, o como la fábula aquella de la rana que quería convertirse en toro. Acá el link para leerlo:
http://www.jornada.unam.mx/2008/09/27/index.php?section=opinion&article=023a1pol



Tarapoto: ahora sí, pasemos a la historia de la vida andaryega.
Desde el día 19 estoy en la ciudad de Tarapoto, región de San Martín, en el noreste del Perú. Todo parece indicar que esto va para un buen rato si las cosas salen bien, es decir: he sido contratado de acá a mayo, pero este proyecto tiene mucho de interesante y aunque se termina en marzo de 2010, tiene posibilidad de continuarse por otro tiempo. Hay mucho por hacer y si sigo recibiendo la amistad que hasta ahora he tenido, creo que podría quedarme más tiempo del que había pensado, e incluso ir jugando a comenzar mi doctorado mientras trabajo este tema.

Y es que debo confesar que por primera vez en mucho tiempo, siento que "de acá soy". El clima, la gente, el trabajo, el sueldo, las oportunidades de relacionarte y de aportar algo, el reconocimiento que uno recibe, la amistad... hace tiempo que no me pasaba. Y no quiero decir que no me hayan tratado bien en otros sitios, ni en las demás experiencias que he pasado en estos años, sino que en este se conjunta una mayor cantidad de factores.

¿Qué es la chamba? Bueno, un poco de todo, pero en esencia, trabajo para una entidad de cooperación técnica que intenta, desde su óptica y puntos de vista, contribuir en la mejora de las condiciones de vida de la población. Es amplia y grande, pero yo estoy enfocado principalmente a lograr lo anterior a través del ecoturismo. Tengo un plan que voy amoldando a la realidad, algunos compañeros de trabajo, pero en realidad soy bastante independiente, aunque me tengo que coordinar con personas que no pertenecen a la entidad en que trabajo y dsarrollar con ellos, en plan de iguales, objetivos, ideas, planes y metas que tiendan a lo anteriormente dicho. Nada fácil, ¿no?

Pero hay una ventaja: me gusta hablar, me gusta escribir, me gusta emprender, me gusta actuar... Justo cuando hace unos meses me decía que siento que mi labor en la vida está en comunicar, relacionar y contar lo aprendido. Mi trabajo tiene prácticamente todo esto.

Claro, la emoción de la primera semana es mucha y uno nunca sabe si todo continuará así. Ya he pasado por tantas que tampoco debo sobredimensionar, pero al menos por ahora, estoy decidido a poner carne en este asador...

Sólo tengo que tratar de lidiar con los tiempos y la burocracia, que en ocasiones hace la vida menos divertida de lo que uno quisiera. ¿Pequeño ejemplo? antier fui a hacer un traspaso de línea telefónica y la asesora de servicio llenó un formato con el nuevo convenio, después lo tuvo que llenar de nuevo porque el jefe no quiere copias (haga usted el favor!!) y terminó por volver a meter esos datos en la computadora, de la que sacó una impresión y nos hizo firmar... ¿qué tal pérdida de tiempo, no?



Utopía, de Tomás Moro

Bueno... tengo que contar que esta semana terminé de leer Utopía de Tomás Moro... wow, estoy maravillado de que un libro escrito en pleno siglo XVI pueda ser tan actual. Eso no me permite sino confirmar que Wallerstein (de nuevo), tiene toda la razón cuando dice que nuestro sistema económico no ha cambiado desde entonces. no puedo resistir una pequeña cita:

Rafael acompañaba su relato de reflexiones profundas. Al examinar cada forma de gobierno, tanto de aquí como de allí, analizaba con sagacidad maravillosa lo que hay de bueno y de verdadero en una, de malo y de falso en otra. Lo hacía con tal maestría y acopio de datos que se diría haber vivido en todos esos sitios largo tiempo. Pedro, lleno de admiración por un hombre así, le dijo:

-Me extraña, mi querido Rafael, que siendo el que eres y dada tu ciencia y conocimientos de lugares y hombres, no te hayas colocado al servicio de alguno de esos reyes. Hubiera sido un placer para cualquiera de ellos. Al mismo tiempo le hubieras instruido con tus ejemplos y conocimientos de lugares y de hombres. Sin olvidar que con ello podrías atender a tus intereses personales y aportar una ayuda sustancial a los tuyos.

-No me inquieta la suerte de los míos ni poco ni mucho -dijo Rafael-. Creo haber cumplido mi deber de forma suficiente. Dejé a los míos y a los amigos siendo joven y en pleno vigor, lo que otros muchos no suelen hacer sino cuando están viejos y achacosos, y aun entonces, contra su gusto y voluntad. Creo que pueden estar contentos con mi liberalidad hacia ellos. Pero lo que no me pueden pedir es que, además, tenga yo que convertirme en siervo de ningún rey.

-Tenéis razón -replicó Pedro-. Pero no quise decir que fueras siervo, sino servidor.

-No veo más diferencia -contestó Rafael-, que la adición de una sílaba.

...

-Es claro, querido Rafael -dije yo entonces- que no hay en ti ambición de riquezas, ni de poder. Un hombre de tu talante me merece tanta estima y respeto como el que detesta el mayor poder. Por ello, me parece que sería digno de un espíritu tan magnánimo, y de un verdadero filósofo como tú, si te decidieras, aun a pesar de tus repugnancias y sacrificios personales, a dedicar tu talento y -actividades a la política. Para lograrlo con eficacia, nada mejor que ser consejero de algún príncipe. En tal caso -y yo espero que así lo harás- podrias aconsejarle -lo que creyeras justo y bueno. Tú sabes muy bien que un príncipe es como un manantial perenne del que brotan los bienes y los males del pueblo. Tienes, en efecto, un saber tan profundo que, aun en el caso de no tener experiencia en los negocios, serías un eminente consejero de cualquier rey. Y tu experiencia es tan vasta que supliría a tu saber.

-Amigo Moro, te equivocas por partida doble. Prirnero en lo que a mi persona se refiere, y después en lo tocante a la república o Estado. Yo no poseo ese saber que me atribuyes, y, caso de tenerlo y sacrificar mi ocio, sería inútil a la cosa pública.

En primer lugar, la mayoría de los príncipes piensan y se ocupan más de los asuntos militares, de los que nada sé ni quiero saber, que del buen gobierno de la paz. Lo que les importa es saber cómo adquirir -con buenas o malas artes- nuevos dominios, sin preocuparse para nada de gobernar bien los que ya tienen. Por otra parte, hay consejeros de príncipes tan doctos que no necesitan -o al menos creen no necesitar- los consejos de otra persona. Parásitos como son, aceptan a los que les dan la razón o les halagan para granjearse la voluntad de los favoritos del príncipe. Así lo ha dispuesto la naturaleza: Cada uno se pitra por sus propios descubrimientos. ¡Al cuervo le ríe su cría y a la mona le gusta su hija!

Acá el libro completo http://www.ucm.es/info/bas/utopia/html/moro.htm

Y finalmente, si es que aún estás leyendo, contarte del nuevo libro que comienzo a leer: Alianzas Sociales en América Latina -enseñanzas extraídas de la colaboración entre el sector privado y organizaciones de la sociedad civil. Un libro impreso por el Banco Interamericano de Desarrollo en el que participan más de 20 autores y se retoman experiencias prácticas de múltiples lugares de latinoamérica. Los casos son muy diversos, pero están estructurados a manera de dar una visión (no niego que desde mi punto de vista aún sea bastante "occidentaloide", pero tampoco podría decir que no tiene buenos aprendizajes)sobre la forma en que se puede mejorar la relación entre las ONG y el sector privado para llegar a fines comunes.

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