[Reflexiones] La chica plástica y mi fin de semana. La vida de un estudiante en Lima.


El viernes estuve en un bar con un par de amigos y de nuevo me vino a la mente aquella canción de Rubén Blades de “La chica plástica”. ¿Cómo haremos en este mundo para hacer que la gente vea un poco más allá de sus narices? El mundo plástico nos rodea, y por más que nos digan que no es así, yo sólo encuentro muestras que lo comprueban: la gente sigue cerrando los ojos ante los miles de muertos en Medio Oriente; ante la pobreza y la falta de educación; los gobiernos corruptos y los crecientes niveles de indiferencia antes los desequilibrios económicos…

“Ayuda al mundo, cómprale un desayuno a un niño pobre”, “Salva al mundo, pide que no laven tu toalla del hotel todos los días”, “dona los centavos y con eso compraremos lentes para los niños que no ven”… ¿Es esa la solución?

El fin de semana asistí al teatro. Desafortunadamente me enteré demasiado tarde que el colectivo Sol de Media Noche organizó el FIETPO (un festival itinerante de teatro popular, con invitados de varios países y que se presentó en diversos lugares de la ciudad), pero alcancé a ver dos obras. Una de un grupo llamado “No que no”, mexicano, y que presentó “Entre Pancho Villa y una mujer desnuda”, obra famosa en México. Desde mi punto de vista la actuación de los jóvenes dejó algo que desear (quiero pensar que estaban muy cansados, pues ya habían trabajado toda la semana)


Y la segunda, el grupo PUCAYACU AGUA ROJA TEATRO* (corrijo luego de que ellos amablemente me enviaran un correo con los detalles que omití en el texto original)que presentó una obra de nombre "Cordelia de pueblo en pueblo", de un autor argentino llamado Alberto Adellach.

La trama, en breve, es la historia de una tropa de artistas que viaja por el país y se encuentra en cada lugar con experiencias duras, por la forma en que es visto el artista. Me encantó el momento en que llegan a un pueblo donde el alcalde resulta conocido del artista principal.

El político les pide que trabajen y presenten lo que gusten. Después de cierta charla, en que el local muestra su afecto por el líder de la tropa, llega incluso a plantearles que le sugieran la forma en que debe llevar el gobierno. Los artistas, ni tardos ni perezosos, esbozan lo que viene a ser una perfecta ironía del modo en que funcionan nuestros sistemas políticos actuales: el secretario de economía será un junior amante de las drogas y que no cesará de pedir empréstitos internacionales, la justicia será representada por un ciego, las fuerzas armadas por un tonto, y la chica será el ministerio de Salud, del que saldrán todos los recursos económicos para sostener a un gobierno totalmente vacío y corrupto.

Lo que me pregunto una y otra vez, es si todos los asistentes comprenderán el llamado que se hace en el arte, la invitación a la reflexión sobre el hecho de vivir bajo esquemas importados y mal aplicados a nuestras realidades (e incluso la ironía de vernos reflejados en esos personajes). Me parece que una buena parte del auditorio simplemente no lo hace… y es triste, pues hoy en día pocos se interrogan sobre lo que su mundo les propone y se conforman con mantenerse en el anonimato y la indolencia.


De cualquier modo, saludo el esfuerzo de estas iniciativas (importante decir que el teatro estaba a reventar y tuvimos que formarnos en la calle para lograr entrar) y que ojalá y se hagan muchas más… espero que para la próxima, los pueda seguir desde el principio, pues me encantaría también invitar a algunos de mis amigos a ver estas obras.

En fin, volviendo un poco a Rubén Blades y a los asuntos plásticos, acá unas líneas de la canción. Blades es un salsero increíble, pues en cada una de sus canciones hay un interesantísimo sentido de protesta hacia nuestras cotidianidades y materialismos.

Era una ciudad de plástico de esas que no quiero ver
De edificios cancerosos y un corazón de oropel
Donde en vez de un sol amanece un dolar
Donde nadie ríe donde nadie llora
Con gente con rostros de poliéster
Que escuchan sin oír y miran sin ver
Gente que vendió por comodidad
Su razón de ser y su libertad

* Mariela, integrante del grupo, me explica el significado de Puacayacu: PUCA = ROJO
YACU= AGUA, y es quien me envió la información.

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